No es fácil elegir entre médicos independientemente de la especialidad que necesitemos, pero cuando se trata de problemas que debemos tratar de forma privada, la búsqueda se complica. ¿Cómo sabemos si un médico no solo es bueno y tiene experiencia, sino que es el adecuado para nosotros? Os contaré cómo fue mi periplo para encontrar dermatologo en Vigo y espero que os sirva.
Y empezaré mi historia por el final: finalmente me quedé con el tercer dermatólogo que visité, ni el primero, ni el segundo. Cuando empecé a tener problemas en la piel lo primero que hice fue ir al médico de cabecera porque nunca había tenido algo así. El médico de cabecera me dio cita para dermatología, pero cuando vi la fecha en la que me tocaba, decidí buscar especialista por mi cuenta…
El problema para buscar médico es el común de los mortales no sabemos medicina. Vale, se podría decir lo mismo de un mecánico de coche, pero digamos que la medicina es algo más delicado. Si fallas con el mecánico de coches, te costará dinero, pero si fallas con el médico, las consecuencias pueden ser más graves.
Cuando empecé mi búsqueda de dermatólogo en Vigo no hice una gran reflexión, ni cotejé opiniones. Fui al que más cerca de casa había y consulté mi problema. Por supuesto que no tengo suficientes conocimientos para saber si un médico es bueno o no, pero todos sabemos distinguir una persona con la que nos vamos a entender de otra con la que no nos vamos a entender. Y cuando se trata de un problema delicado que parece tener difícil solución y que requerirá de un tratamiento que se extienda en el tiempo, mejor alguien con el que tengas feeling.
Y fue a la tercera cuando noté ese feeling. En mi segunda visita, el tratamiento que me ofrecieron era tan distinto al primero que me hizo dudar y busqué una tercera opinión. Ese tercer dermatólogo me explicó las cosas desde un punto de vista más sencillo, y esa fue la clave que me llevó a elegirle a él.