Seguro que ya conoces las propiedades reparadoras de la piel de esta planta milenaria e incluso has usado alguna vez productos de cuidado facial con Aloe Vera como cremas hidratantes o mascarillas para devolver la luminosidad y la suavidad a tu piel. Pero ¿sabías que esta planta se puede convertir en un jugo para mejorar tu salud digestiva?
El jugo de Aloe Vera tiene la capacidad de calmar las molestias causadas por úlceras en el estómago, de reducir la inflamación asociada al síndrome de colon irritable, ayuda a recuperar la flora intestinal después de un tratamiento con antibióticos y mejora las defensas naturales del cuerpo.
Hoy te contamos todo lo que necesitas saber para preparar en casa este tónico digestivo de una forma sencilla y económica.
COMO SE PREPARA EL JUGO DE ALOE
1. Necesitarás una planta de al menos dos años, ya que estas son las que concentran la mayor cantidad de sustancias beneficiosas.
2. Corta uno o dos hojas de aloe: para ello usa un cuchillo bien afilado o unas tijeras de podar y elige siempre las hojas externas. Corta lo más pegado a la base que puedas, intentando que el corte sea limpio para no maltratar la planta.
3. Lava las hojas con agua fresca y retira las espinas cortando con el cuchillo los laterales de cada hoja, la zona donde están las espinas.
4. Abre cada hoja a la mitad a lo largo: coloca la hoja sobre una tabla de cortar. Introduce el cuchillo con la hoja plana, de forma que vaya siguiendo el corte que habías hecho para retirar las espinas. Ve de la parte ancha de la hoja hacia la punta con cuidado de no cortarte.
5. Retira el gel usando una cuchara, raspando toda la pulpa del interior de la hoja hasta dejar solo la cáscara.
6. Coloca este gel de aloe en una jarra y añade agua: comienza con medio vaso de agua y remueve hasta mezclar bien con el gel. Ve añadiendo agua hasta tener la consistencia de un jarabe ligeramente espeso.
7. Guarda en la nevera en un bote con tapa y toma cada día un poco de este jugo antes de las comidas.