La dieta mediterránea tiene fama de ser una de las dietas saludables más equilibradas, pero ¿es esto cierto? Vamos a analizarla para ver si realmente es una dieta completa y saludable o es tan solo fruto de la publicidad.
Para ello, vamos a ver los principales requisitos de una dieta saludable y veamos si la mediterránea los cumple o no:
-Una dieta sana debe de ser variada. Mala cosa es cuando al comenzar una dieta nos encontramos con largas listas de alimentos prohibidos. En la dieta mediterránea todos los alimentos están permitidos, excepto aquellos que son elaborados con grasas saturadas y altas cantidades de azúcar.
Esto es así porque no se trata de alimentos naturales, sino de productos que han sido creados para consumo rápido y que no aportan ningún beneficio.
-Se deben de consumir grasas saludables. No todas las grasas son malas, hay grasas muy saludables como la que proviene de los pescados. La grasa de la carne tampoco es perjudicial si hablamos de la que está entreverada y no de la que hay por los bordes, que debe de retirarse. También se debe de consumir aceite de oliva en cantidades moderadas.
Todos estos consejos son también seguidos por la dieta mediterránea, que permite bajar de peso, reducir el colesterol o los triglicéridos y mantener unos buenos niveles del llamado colesterol bueno.
-Es importante evitar los alimentos procesados. La dieta mediterránea no incluye alimentos procesados, como los platos preparados o la bollería industrial. Sí que permite dulces elaborados en casa con alimentos naturales pero siempre en porciones pequeñas y como un pequeño regalo para el paladar.
Para el desayuno, en lugar de los clásicos cereales azucarados o bollería, la dieta mediterránea propone pan con tomate y aceite de oliva o tostadas con mantequilla natural y fruta.
-Se deben de tomar al menos cinco raciones de frutas o verduras al día. Muchas personas descartan esta premisa porque dicen que las frutas y las verduras deberían de ser el principal alimento en cada preparación. En la dieta mediterránea lo cierto es que es así.
Además de potenciar el consumo de fruta, que puede realizarse entre horas, durante las comidas es habitual que las recetas de la cocina mediterránea tengan una gran cantidad de verduras y/o legumbres. Incluso cuando se cocina guisos se les añaden siempre productos de la huerta como pimientos, tomate, zanahorias o guisantes.
Es fácil ver que la dieta mediterránea cumple con creces todos los preceptos para ser una dieta sana y equilibrada. Por eso es la más recomendada por médicos y especialistas en nutrición.