Desde que empezó todo esta locura del confinamiento y de la crisis del coronavirus los viajes se han paralizado por completo, hasta el punto de que el otro día tuve que llamar al parking santiago para saber si estaba abierto o permanecía cerrado como las semanas anteriores. Pero me dijeron que sí que estaban abiertos, supongo que será para los que hacen viajes entre provincias que estén en la misma fase, porque de lo contrario no lo comprendo. Además hoy en día no creo que vaya a viajar demasiada gente después de lo que pasó el otro día en un par de vuelos en los que no se respetaba para nada la distancia de seguridad y los viajeros protestaron a la tripulación y con razón. La respuesta de la tripulación tampoco es que fuese demasiado afortunada, ya que les dijeron a los viajeros que el que no estuviese contento que se podía bajar del avión. Con esa actitud me parece que este año los aviones no van a viajar demasiado y la gente tampoco creo que esté demasiado animada para viajar tan alegremente como lo hacían antes de que llegase esta epidemia del coronavirus.
Pienso que hasta que haya o una vacuna o un medicamento lo suficientemente eficaz contra el coronavirus, no vamos a poder tener una verdadera normalidad real, porque la gente por la calle se ven unos a otros con desconfianza y eso es algo de lo que se han encargado los políticos. La parte de meternos el miedo en el cuerpo lo han hecho de lujo y eso va a ser complicado deshacerlo, porque la gente no se quita los miedos tan fácilmente. Ahora quieren que llevemos las mascarillas casi en todo momento salvo cuando estemos en nuestras casas. Hoy cogí el coche para cargarle la batería y no sabía si dentro de mi coche me estaba permitido ir sin la mascarilla puesta y pasé un calor horroroso. Ojalá diesen unas pautas un poco más claras porque las que han dado hasta ahora no las entiende nadie y menos los que las ponen por lo que parece.