Santiago de Compostela es una ciudad muy visitada. Pero la mayoría de la gente que acude a la capital gallega lo hace con intención de disfrutar de su centro histórico. Por eso, no es necesario el coche para disfrutar de la ciudad. Primero, porque este centro histórico es de pequeño tamaño y se recorre caminando. De hecho, es zona peatonal casi en su totalidad, por lo cual el coche no se podría utilizar.
En segundo lugar, Santiago en sí no es una ciudad grande y recorrerla de un lado a otro es, muchas veces, más rápido caminando que en coche ya que el tráfico suele ser complicado. El transporte público sería la mejor opción en caso de no querer caminar.
El coche solo se recomienda cuando el motivo del viaje es acudir a centros comerciales a realizar compras, algo habitual en gente que vive en las poblaciones más pequeñas de los alrededores. Estos centros comerciales no implican tener que entrar en el centro de la ciudad y cuentan con parking Santiago propio, por lo que no presentan especial problema.
Acudir a Santiago en coche es habitual, pero la mejor opción cuando se hace es dejarlo en un parking público para moverse a pie. Los parkings son numerosos en la ciudad, solo hay que ver previamente cuál puede ser más cómodo y tiene un precio ajustado. Los low cost son los más recomendables para ahorrarse dinero.
Para hacer turismo, las opciones son diferentes. Desde caminar por nuestra cuenta de un lugar a otro hasta darse un paseo en el tren turístico. Uno de los típicos trenes conocidos como tren chu-chu que recorren la ciudad y ofrecen una visión general para quienes no conocen el lugar. Son muy divertidos y, aunque pudiera pensare que están hechos para familias con niños, solo hay que verlos circular para darse cuenta de que hay gente de todas las edades y de que los peregrinos disfrutan mucho subiéndose para realizar la ruta.
El tren es la única opción ya que Santiago no cuenta con los típicos autobuses turísticos de otras ciudades. No tendrían razón de ser en un lugar en el cual el mayor encanto está en un centro histórico de calles estrechas y peatonales.
Disfrutar de callejear por el centro de Santiago es toda una experiencia que se tiene que vivir caminando. Un buen colofón para quienes llega a la ciudad realizando el famoso Camino.