Tener una mejor dentadura puede ser muy importante para aquellas personas que trabajan de cara al público y quieren mantener una imagen impecable. Un buen ejemplo son todas aquellas personas que viven de las redes sociales ofreciendo vídeos a sus seguidores. Este tipo de trabajos implican un cuidado muy minucioso de todo lo que se refiere a la imagen personal y eso incluye, de manera muy especial, la dentadura.
El problema cuando hay pequeñas imperfecciones en la dentadura es que colocarse un aparato dental implica que la imagen se vea afectada durante al menos año y medio, que es lo que suele durar de media un tratamiento de este tipo. No merece, por tanto, la pena cuando el problema es leve. Pero sí puede tratar de mejorarse la sonrisa recurriendo a un especialista en Ortodoncia invisible en Santiago de compostela.
Las ortodoncias invisibles son muy difíciles de detectar a simple vista y, en ningún caso, suponen un problema para la imagen. Con esta ortodoncia la persona puede maquillarse, hablar y actuar con total normalidad. Si tiene que comer, puede quitársela y una vez cepillados los dientes volver a colocarla ya que debe de estar un número de horas determinado al día puesto.
Por tanto, se estará trabajando en una mejora física pero sin que esto sea evidente para quien está viendo a la persona, sea a través de un vídeo o sea cara a cara. No habrá que evitar sonreír para que no se vean los hierros del aparato, lo cual no es demasiado grave para una persona con un trabajo normal pero puede ser importante para quienes viven de una imagen de cara al público.
En cualquier caso, estos aparatos solo sirven para corregir pequeños fallos, como un diente ligeramente movido o una fila desalineada ligeramente. Pero cuando existen problemas más serios es necesario actuar de una forma más contundente. En algunos casos, incluso es necesario retirar piezas para poder mover las que están apiladas o colocar implantes cuando hay huecos de extracciones. Y colocar un aparato fijo que coloque la dentadura en su lugar y proporcione una sonrisa ideal.
En este caso, se debe de optar por un aparato lo más discreto posible para que no llame la atención o bien por todo lo contrario, brackets de colores que hagan que la atención recaiga sobre los dientes y conviertan al corrector en parte de la imagen personal.