El bloqueo de una puerta o cerradura supone un problema mayúsculo, en especial fuera del horario laboral, cuando es preciso contactar con una cerrajeria 24 horas en vigo o del municipio correspondiente. Este servicio es uno de los más demandados en el sector cerrajero. Y es que las razones por las que una puerta puede quedar impracticable son diversas.
La desalineación de los componentes de una cerradura, por ejemplo, está detrás de un alto porcentaje de puertas bloqueadas. Si los pasadores, tornillos y otros elementos se desajustan y quedan fuera de posición, su funcionamiento se verá afectando, dando lugar a fricciones y bloqueos indeseados.
En lugar de forzar la cerradura, debe solicitarse la ayuda de un cerrajero, que sabrá identificar qué componentes están desalineados. Lo mismo sucede cuando las manillas, perillas y otros elementos móviles quedan sueltos. Este exceso de holgura afecta a la operatividad de puertas y cerraduras, pudiendo hacerlas inútiles.
La solución a la presencia de piezas sueltas es más compleja que apretar unos pocos tornillos. En muchos casos, es preciso desmontar la cerradura y devolverle el ajuste de fábrica, o reemplazar las perillas o elementos problemáticos.
Otra situación crítica para una cerradura es la rotura de la llave en su interior. Si el uso de pinzas, ganchos y otros utensilios no permite extraer la sección rota, la asistencia de cerrajeros es inevitable. Estos profesionales cuentan con el instrumental y conocimientos adecuados para extraer la llave dentro del bombín, sin ocasionar daños al resto del mecanismo y facilitando, en ocasiones, un duplicado de la llave original.
Las bajas temperaturas o un mantenimiento deficiente pueden motivar que los mecanismos internos de la cerradura se bloqueen, sin que ningún cuerpo extraño se introduzca en ellos. El remedio más socorrido es aplicar lubricante al ojo de la cerradura, pero su efectividad es muy limitada.