Versátiles en la cocina y poseedoras de vitaminas, sales y propiedades muy valoradas, las judías congeladas son un producto exitoso durante las cuatro estaciones en tortillas, ensaladas, menestras y purés. Por esta razón, la demanda de distribuidor de judias congeladas para hosteleria es una constante en todo el territorio nacional.
La congelación de las semillas de la planta leguminosa conocida como Phaseolus vulgaris no supone una pérdida significativa de nutrientes, aunque su textura puede verse afectadas si el proceso de descongelación no es el adecuado. Así, para evitar que su acabado sea demasiado tierno, se recomienda escaldarlas o hervirlas antes de servirlas, pues además se prolonga su vida útil, maximizando así su aprovechamiento y reduciendo el desperdicio de alimentos.
Respecto a sus propiedades, las judías son convenientes para dietas con una restricción calórica (hipocalóricas), ya que el agua está presente en las nueve décimas partes de su composición. Asimismo, dispone de cantidades mínimas de sodio, lo que incrementa los efectos diuréticos de este alimento universal, consumido en los cinco continentes.
Gracias a sus aportes en magnesio y vitamina C, el consumo de judías en cualquiera de sus formas está indicada para personas afectadas de problemas cardiovasculares. Además, su aporte en folatos lo convierte en un alimento recomendado para las gestantes, pues contribuye a la prevención de defectos congénitos en el bebé. Por si fuera poco, la ingesta de legumbres como judías y lentejas está relacionada con un menor riesgo a contraer cáncer de mamá, de acuerdo con una investigación de la Boston University School of Public Health en Estados Unidos.
Por otra parte, el contenido en fibra de las judías son beneficiosas para la reducción del nivel de colesterol y de glucemia en sangre. De ahí que los diabéticos tengan una razón de peso para agregar este manjar en su dieta, al igual que las personas con problemas de estreñimiento.