La mayoría de las mujeres saben como examinarse para buscar sintomas tumor mama. Saben como deben de tocar sus pechos para buscar algún bulto y las marcas que deben de observar, pero hay un punto que muchas acostumbran a olvidar: los pezones. Los pezones también pueden ser muy buenos indicadores de que algo va mal en la mama. Estos son algunos de los problemas más frecuentes:
-Uno de los pezones se muestra más enrojecido o al tocarlo se nota calor. Tal vez no se perciba el cambio de temperatura en la vida normal, pero sí es evidente al tocarlo. Y el cambio en el color se nota al compararlo con el pezón que no tiene problemas.
– Uno de los pezones se ha invertido. Es uno de los síntomas más frecuentes de cáncer de mama localizados en esta zona. El pezón parece retraerse y meterse hacia adentro. Muchas mujeres no se fijan y no le dan demasiada importancia porque no lo asocian con el cáncer de mama, sino con cambios asociados a la edad.
– Uno de los pezones segrega líquido o sangre. No es normal que el pezón segregue ningún tipo de líquido y si lo hace es síntoma de que algo no está todo lo bien que debería dentro. Por eso, si el pezón está echando pus, sangre o tan solo un líquido transparente hay que acudir al médico inmediatamente.
– Cualquier cambio en el tamaño. El pezón no debe de cambiar de tamaño, ni en la aureola ni en lo que es el pezón propiamente dicho. Si se ve inflamado o su forma se ha visto alterada hay que acudir de inmediato al médico.
Con todo esto, no queremos decir que la aparición de alguno de estos síntomas indique de manera fehaciente un cáncer de mama, puede haber otras causas que los produzca, como una infección por alguna otra causa. Pero siempre hay que saber qué es lo que ha provocado el cambio en el pezón y tratarlo para que vuelva a la normalidad.
En las revisiones ginecológicas el ginecólogo suele encargarse de revisar las mamas de las mujeres y sus pezones para buscar cualquier anomalía. Es importante señalar que los hombres también pueden sufrir cáncer de mama, aunque este sea mucho más frecuente en las mujeres, por lo que también deben de acudir al médico si observan algo anormal en esta zona de su cuerpo.