La piel y el pelo del gato son un ‘espejo’ de su salud general. La sequedad, presencia de escamas o falta de brillo envían señales de alerta a sus propietarios y generalmente revelan una mala alimentación. El déficit de nutrientes puede estar detrás de estos síntomas, y para reponerlo rápidamente, los veterinarios recomiendan el consumo de suplementos para la piel de los gatos.
Estos complementos alimenticios contienen aportes de lecitina, vitamina E y ácidos grasos omega-3 y omega-6, beneficiosos para la piel y los capilares felinos. Pero esta medida debe acompañarse de una dieta sana y balanceada.
Porque los gatos, como los seres humanos, pueden experimentar periodos de malnutrición durante su vida adulta. La pérdida de brillo, color y suavidad del pelaje felino debe interpretarse, en primera instancia, como una advertencia de que la mascota no reciba vitaminas, minerales y proteínas en cantidad suficiente.
¿Que los gatos no son amigos del agua? Para eliminar la suciedad, grasa y células muertas, los baños ocasionales demuestran ser beneficiosos para la salud y bienestar felinos, a condición de que se utilicen geles y champús específicos para mascotas. De lo contrario, su piel podría manifestar problemas dermatológicos como la sequedad o la irritación.
Pese a sus interminables rituales de limpieza, los felinos están expuestos a la acción de pulgas, garrapatas y otros parásitos. Estos se adhieren a las orejas, la cola y otras áreas de la piel felina, desarrollando sus colonias y afectando a la calidad de vida del animal. Los collarines antipulgas, los champús antiparasitarios y otros productos similares ayudan a controlar esta amenaza.
Respecto al cepillado, esta simple acción no sólo preserva la belleza de la mascota, sino que también previene la formación de enredos y la acumulación de capilares muertos. Con un cepillado semanal, se mejora la higiene y el bienestar del gato.