Hace una semana uno de mis amigos se quedó hospitalizado y hasta el lunes no le han liberado. Mi amigo entró al hospital para visitar a su abuelo que también estaba hospitalizado y cuando se dirigía hacia la salida para irse se empezó a encontrar mal y ya lo llevaron enseguida a observación, porque aquello no era normal. Ese día yo había quedado con él para ir a tomar algo y al ver que ni me llamaba ni sabía nada de él ya me empecé a sospechar algo y al día siguiente ya me llamó para decirme que estaba en observación, pero como en observación solo se puede visitar media hora dejé que fuese su novia a visitarle, yo ya iría cuando lo subiesen a la planta que le tocase. Cuando al fin le subieron a la habitación que le habían asignado fui a verle con otro amigo y cuando le vimos no nos dio la impresión de que estuviese enfermo ni mal, ya que tenía muy buena cara. Nos fuimos a dar un paseo, pero tuvimos que volver rápido porque habían empezado a repartir la merienda a los pacientes, y ya la comida no es muy allá y ya se pasa demasiado hambre en los hospitales como para andar perdiendo comidas. Así que le acompañamos a tomar la merienda, que constaba de un poco de leche desnatada manchada con un poco de café y unas pocas galletas, nada más. He de decir que me pareció una merienda muy pobre pero también hay que decir que mi amigo estaba ahí por causas del estómago así que entendí bien que le diesen tan poca merienda.
Al final después de casi una semana le han liberado, pero mi amigo no está demasiado contento porque entre su madre, su abuela y su novia le han puesto a dieta y ya no puede comer todas las cosas que le gustan. Todavía no sabe cuánto tiempo le van a tener a dieta pero seguro que por lo menos un mes le tendrán así. No le queda más remedio que aguantar unos cuantos días con la dieta.